Antes de la pandemia del covid-19 ninguno conocía mucho sobre tapabocas. Ahora las calles son un desfile de modelos de diferentes colores, formas, telas y filtros. Especialmente, los tapabocas con válvula se han vuelto populares. Dan la apariencia de ser más seguros y sofisticados. La pregunta es: ¿son en verdad seguros?
El médico Jaime Cardona, secretario de la Asociación Colombiana de Virología y director del programa de Medicina de la Fundación Universitaria Autónoma de las Américas, habló con SEMANA al respecto.
Destaca que los tapabocas cumplen esencialmente dos funciones. La primera es evitar que personas contagiadas, con síntomas o no, propaguen el virus a través de partículas de saliva cuando hablan, tosen o estornudan. La segunda es proteger, en alguna medida, el ingreso del virus por boca y nariz.
Los tapabocas con válvula fallan en la primera función, que es la más importante. “Son buenos para proteger el ingreso de partículas, de hecho, ha sido utilizado en otras actividades como la construcción. Pero la válvula puede facilitar la salida de partículas de quien lo usa”, dice Cardona. De esta manera, este tipo de tapabocas no impiden que una persona contagiada propague el virus por medio de su saliva.
SEMANA preguntó cuáles eran los mejores tapabocas para utilizar. Cardona respondió claramente: el tapabocas de tela convencional, pues “ha demostrado ser igual de efectivo que la mascarilla quirúrgica”.
Entonces, no nos debemos dejar fascinar por la apariencia sofisticada de los tapabocas con válvula, ni siquiera de aquellos que dicen tener filtro N95. Cardona explica que el filtro utilizado por estos no es igual al que utilizan los médicos. El N95 usado por el personal de salud evita tanto la entrada como la salida de partículas.
Por último, el médico invita a que utilicemos de manera apropiada y responsable los tapabocas: “Es una medida económica y que no tiene efectos adversos en la salud de la mayoría de la población, entonces deberíamos utilizarlos”.
Fuente: semana.com