Ya son más de seis años de inconformismo de los habitantes de La Calera por la construcción de la estación de gasolina El Manantial, que se adelanta cerca del embalse San Rafael, debido al riesgo que podría representar para el cuerpo de agua, que surte el líquido al 70 % de Bogotá y los municipios aledaños. Sin embargo, hasta hoy el Tribunal Administrativo de Cundinamarca les dio la razón mediante un fallo de primera instancia, que reconoce las amenazas ambientales y de salud pública que generaría un eventual derrame de gasolina en el embalse.
En el documento, se ordena la demolición de lo que se lleva de la obra en un término de tres meses, y que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), junto a la Alcaldía de La Calera y Prolub S.A, sociedad a cargo de la construcción, ejecute un plan para recuperar la zona afectada, con costos que correrán por cuenta de los inversionistas privados.
Asimismo, el fallo insta a las autoridades impedir en un futuro el adelanto de obras que amenacen a la reserva de la cuenca alta del río Bogotá. Al respecto, la CAR anunció que su comité jurídico se encuentra estudiando el fallo del Tribunal, con el fin de realizar la respectiva apelación.
Por casi dos años, la comunidad logró frenar la construcción, amparada en un acuerdo de 1976 del antiguo Inderena y una resolución del Ministerio del Medio Ambiente expedida en 2012, que ubicaba el predio en la zona de reserva forestal de la cuenca del río Bogotá, razón por la cual no se podía establecer allí un negocio de venta de gasolina. Sin embargo, entre enero y mayo de 2014, debido a una resolución del Minambiente que levantó la restricción sobre este y otros predios de la zona, se dio vía libre a la obra.
Fuente: elespectador.com