Manila un reconocido barrio estrato 5 de la ciudad de Medellín que ahora vive en la “miseria” y no tiene ni que comer.
Este barrio ubicado en El Poblado de Medellín, se destacaba por la enorme cantidad de turistas que se podían ver recorriendo sus calles y disfrutando de los buenos restaurantes que había allí.
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Con la cuarentena, Manila se convirtió en una olla donde se extienden habitantes de la calle, las banderas rojas ubicadas en las ventanas y sus corredores dan terror.
De este barrio “pudiente” no queda nada, los días de la agitada vida comercial se quedaron atrás, los hoteles y hostales están paralizados y con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo más tomara para volver a operar.
No siendo suficiente, los arrendadores continuaron cobrando cuantiosos cánones como si el Covid-19 no hubiese llegado a Manila, esto ha obligado a muchos arrendatarios a desalojar y sobre todo a perder sus inversiones.
Por desagracia, estos inversionistas se han visto obligados a despedir a sus empleados, dejando así, a cientos de personas desempleadas y con un futuro incierto para ellos y sus familias.
Manila, de un barrio “pudiente” a una olla donde proliferan habitantes de la calle.
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Antes de la pandemia, ya se estaba viviendo una situación alarmante, la cual era el aumento indiscriminado de habitantes de la calle y la delincuencia común, sin embargo, con la crisis sanitaria, dicha situación ha empeorado.
Incluso, la estación de policía ubicada en Manila, se ha visto obligada a pedir el apoyo de otros cuadrantes, pues ya no dan abasto con los numerosos casos de hurto se están presentando en la zona.
Personas, propiedades y negocios han sido victimas de esta preocupante situación, por esta razón se han tenido que repartir mercados, algo nunca antes visto en una zona de esta clase.
Una única solución:
Hoy una vacuna que la comunidad internacional no sabe con certeza cuándo llegará, parece ser la única solución.
No obstante, durante el tiempo que tarde esta vacuna en ser desarrollada y distribuida efectivamente, la incertidumbre y el sinsabor entre muchos comerciantes seguirá creciendo.
Fuente: colombiamegusta.com