Tomada de: ElTiempo.com

El 16 de marzo, Alexis Panetta celebraba su cumpleaños número 40 junto a sus seres queridos en Santa Marta; la alegría y el optimismo eran enormes, hasta que apareció el coronavirus y acabó con todo, incluso con su vida.

Hace un par de semanas comenzó la pesadilla en la familia de la joven enfermera, que trabajaba en una clínica de la ciudad. Paradójicamente, el primero en enfermarse fue su esposo, Danny Cardona, quien resultó contagiado de covid-19.

No hubo tiempo para reaccionar; en cuestión de días, el hombre cayó en estado delicado y se temía lo peor.

Alexis, por su experiencia y conocimiento en el área de la salud, era consciente de que solo un milagro podía salvarlo; entonces acudió a sus amigos y, a través de grupos de WhatsApp y Facebook, solicitó cadena de oración por el papá de sus dos hijos.

La solidaridad no se hizo esperar, pero mientras todos esperaban buenas noticias, sucedió lo opuesto.

Todo pasó muy rápido, primero nos enteramos de que había ingresado a la UCI y días después se nos informó de su muerte.

La enfermera, mientras se aferraba a Dios para la recuperación de su marido, comenzó a sentir quebrantos de salud.

“Nos decía por chats que le faltaba la respiración y que se sentía muy mal; luego perdimos contacto. Teníamos la esperanza de que no fuera el coronavirus, pero lamentablemente los resultados de la muestra indicaron que Alexis también había terminado contagiada”, dijo un amigo cercano de la familia.

Por esa esa razón tuvo que ser internada de urgencias, y sin saber que la vida de su esposo había llegado a su fin, emprendió su propia batalla contra el covid-19.

La enfermera, quien trabajó también en la Secretaría de Salud departamental, sufría de otras crisis como obesidad e hipotiroidismo.

“Todo pasó muy rápido, primero nos enteramos de que había ingresado a la UCI y días después se nos informó de su muerte”, añadió el allegado.

Ni el más pesimista se habría imaginado el fatal desenlace que tendrían Alexis y Danny, apenas un mes después de estar celebrando la vida. Su partida ha causado un profundo dolor y consternación entre amigos, familiares y especialmente entre sus dos hijos, de 7 y 14 años, quienes, por un extraño virus que apareció de repente, se quedaron sin papá y mamá de un solo golpe.

A los dos menores, que se encuentran en buen estado de salud, ya les practicaron las pruebas y permanecen aislados.

En Santa Marta ya son 10 las muertes por covid-19. En ese listado, esta mujer y su esposo aparecen como las víctimas más jóvenes.

El panorama en la capital del Magdalena es alarmante, pues la última semana se disparó el número de casos, mientras que la Secretaría de Salud, entidad encargada de combatir el coronavirus, por segunda ocasión durante la pandemia quedó sin funcionario a su cabeza.

Germán Arrieta, en menos de un mes de haber asumido como jefe de esta dependencia, sin mayores explicaciones presentó su renuncia. La Alcaldía tampoco se ha pronunciado al respecto ni nombrado a ningún otro funcionario en su reemplazo.

ROGER URIELES
Especial para EL TIEMPO
Santa Marta
En Twitter: @rogeruv​

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