Una psicóloga y asistente social entrega cinco claves para sobrevivir al vendaval de un adolescente problemático.
Ya no son niños, pero tampoco quieren ser unos aburridos adultos. Los adolescentes pasan por una gran variedad de cambios, lo que muchas veces los hace ser más conflictivos e indecisos.
“La adolescencia es una etapa de adaptación que transcurre entre la niñez y la vida adulta, caracterizada por la vivencia de cambios físicos, sexuales, emocionales y sociales que ocurren de manera intensa y repentina”, indica Susana Arancibia, docente del Magíster de Familia, Infancia y Adolescencia de la Universidad del Pacífico.
Cinco claves para enfrentar de mejor manera esta problemática familiar:
1. Mantener los canales de comunicación abiertos: Los progenitores deben evidenciar el amor que le tienen a sus hijos, pero al mismo tiempo, sin perder de vista el rol de padres que les corresponde.
2. Negociar y clarificar las normas de funcionamiento: En esta etapa hay una necesidad de restablecer las reglas. Su acatamiento será mayor si el adolescente participa en la construcción de este nuevo escenario.
3. Siempre permitir que el adolescente pueda expresar su punto de vista, aun cuando sea contrario al esperado: La única forma de poder ayudarlo es escuchándolo. Cada vez que esto ocurre, el joven se escucha a sí mismo, lo que le da una oportunidad riquísima de poder replantear sus ideas hasta que logre ajustarlas acorde a la persona que busca llegar a ser.
4. No discutir por cosas irrelevantes: Los padres deben entender que sus hijos son personas separadas e independientes de su existencia y que, por lo tanto, es muy normal que sus actuaciones difieran de las suyas. Esto no debe ser considerado como un atentado a la autoridad de los padres, sino más bien como una señal que indica su crecimiento y desarrollo.
5. No claudicar a proporcionar la protección que ellos necesitan, aun cuando la rechacen permanentemente: El rol de padres obliga a cuidar a los adolescentes, a pesar de que ellos no lo desean, abriendo caminos y ayudándolos a despegar de casa con paso seguro, teniendo claro que su partida es inminente pero, al mismo tiempo, entregando la convicción de que frente a las vicisitudes de la vida siempre estarán allí para apoyarlos.
Tomado de candelaestereo.com