El mundo marcó un hito al superar el jueves el millón de contagios por coronavirus, una cifra que atestigua la velocidad de propagación de la pandemia que siembra muerte, desgracia y arrasa economías, como lo ilustra otro dramático número: en una semana, 6,6 millones de estadounidenses perdieron sus empleos.

La mitad de la humanidad está confinada, sujeta a medidas de contención a veces extremadamente estrictas. El número de casos confirmados de coronavirus continúa aumentando.

Superó el millón el jueves, mientras que el de muertes supera ampliamente los 52.000, según un recuento de AFP en base a datos oficiales. Europa es el continente más afectado, pero Estados Unidos está en camino de convertirse en el nuevo epicentro con una cuarta parte de los casos registrados.

Es muy probable que estas cifras estén muy por debajo de la realidad, debido a la falta de suficiente capacidad para detectar contagios.

Estados Unidos registró este miércoles un récord de 1.169 muertos en 24 horas, desplazando a Italia, que ostentaba ese triste título con 969 fallecidos en un día el 27 de marzo.

Así, el número de muertos desde el inicio de la pandemia en Estados Unidos supera los 5.900.

Presentado por algunos como un “gran resfriado” hace unas semanas, la covid-19 ha demostrado ser en muchos casos una enfermedad temible.

En España, Javier Lara, de 29 años, vivió para contarlo a la AFP. “Imagínate una persona de 29 años, deportista, sin fumar, que prácticamente no va al médico, y te ves en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) con oxígeno, no puede entrar ningún familiar a verte”, narró.

Las consecuencias sociales lucen desastrosas. Estados Unidos, que teme caer en una depresión económica como la que sufrió hace casi 100 años,
 anunció que los pedidos de subsidios de desempleo aumentaron en nada menos que 6,6 millones la semana pasada, cifra que se añade a las 3,3 millones de solicitudes de la semana anterior.

Según las proyecciones de la Casa Blanca, se espera que la covid-19 mate entre 100.000 a 240.000 personas en el país. El presidente Donald Trump dijo que se había sometido a una nueva prueba -la segunda que se realiza- el jueves, que dio negativa.

No hay guerra sin armas

La ciudad de Nueva York concentra las preocupaciones, con más de 1.500 muertos hasta la fecha.

Como antes en Italia, España o Francia, el personal médico demanda equipo de protección. “Los soldados no van a la guerra desarmados, ¿por qué los médicos trabajarían sin equipo de protección?”, dice una de las cerca de 30 enfermeras que organizaron el jueves una manifestación frente a un hospital de Nueva York para denunciar la falta de máscaras y batas.

El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, pidió a sus ciudadanos que salieran a la calle con la cara cubierta, anticipando una posible recomendación nacional de las autoridades de salud.

“Podría ser una bufanda, algo que hiciste en casa, un pañuelo”, dijo en una conferencia de prensa, pero “no tiene que ser una máscara profesional”, pues esas se reservan para los trabajadores de la salud.

En Italia, el país más afectado por la pandemia hasta la fecha, el crematorio más grande de Milán cerró el jueves, abrumado por la afluencia de cuerpos. En Bérgamo, la ciudad más afectada del país, los cadáveres fueron transportados por camiones militares a otras regiones para su cremación.

En Francia, el número de muertos aumentó a 5.300 muertos, incluidas casi 900 personas que murieron en hogares de ancianos.

La magnitud de la tragedia en estos países, que excedió el número oficial de muertos reportados por China (3.318), donde se detectó el virus por primera vez, levanta sospechas sobre la autenticidad de las cifras chinas.

Según las proyecciones de la Casa Blanca, se espera que la covid-19 mate entre 100.000 a 240.000 personas en el país

Fuente: ElTiempo.com

 

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