Pocas horas después de conocerse la nacionalización de Alitalia, como medida del Gobierno italiano para conjurar la crisis de esta emblemática compañía aérea, el tema de Avianca vuelve a ponerse en el papel.
El representante Fabio Arroyave divulgó cinco propuestas que deben hacer parte de un plan de salvamento del Gobierno colombiano para la aerolínea. Estas son: que el domicilio comercial y tributario de Avianca vuelva a Colombia, participacion accionaria estatal en Avianca (nacionalización), reducción de al menos 10 % en los salarios por encima de 10 slmv, reducción en las tarifas de penalidad y una baja en las tarifas de los pasajes del 20 % en los 2 años siguientes al auxilio.
Adrian Neuhauser, cabeza financiera de la empresa, no ve conveniente la entrada del Estado como accionista. “Un proceso de estatización derivaría en precios más altos, menos rutas y problemas entre rentabilidad y la parte financiera”, explicó.
La acción en el mercado estaba subiendo este miércoles un 15% en su valor en la bolsa colombiana.
En diálogo con SEMANA, el CEO y presidente de Avianca Holdings, Anko van der Werff, dijo que la compañía está trabajando con los ministerios de Hacienda y Transporte en un plan de salvamento, pero que a la fecha aún no hay resultados.
El directivo criticó que los Gobiernos de la región no se hayan puesto de acuerdo para coordinar los cierres de espacios aéreos y aeropuertos. También aseguró que a la empresa no le queda mucho tiempo y que no se sabe con certeza en qué momento se volverá a volar.
En mayo el Gobierno nacional tiene descartados los vuelos internacionales y Avianca ve difícil una reactivación en junio o incluso julio.
Por su parte, Neuhauser aseguró que la compañía ya está en default en todas las deudas y que la caja es negativa, es decir, que no hay dinero para seguir pagando la nómina y otros gastos. “No pedimos subsidios, pedimos créditos en condiciones que nos permitan seguir volando en el futuro”, dijo el CFO.
Aunque los directivos no quisieron entrar en mayores detalles de la situación laboral, explicaron que en marzo se pudo pagar todo, en abril una parte, dejando para mayo un panorama mucho más complejo para los 10 mil empleos directos y los 17 mil indirectos.
La cuenta regresiva ya inició y el Gobierno Nacional aún no prende las luces de la pista de un avión que ya se declaró en emergencia.
También hay que decir que perder la bandera colombiana en Avianca tendría implicaciones para la seguridad nacional, teniendo en cuenta que los pilotos son reservistas de la Fuerza Aérea.
El gobierno debe sopesar muy bien sus prioridades, siendo la más obvia la salud de la Nación, pero también debe ocuparse a velocidad de crucero con el tema de las compañías que resultaron más afectadas con la crisis, como el caso de Avianca.
A continuación las frases más importantes de los dos ejecutivos:
Anko van der Werff, CEO de Avianca holdings:
- “La falta de coordinación entre gobiernos (de la Región) nos complica la vida”.
- “Este no es un problema que nació en Avianca o la industria aérea, es un lío global”.
- “En enero y febrero íbamos bien y en la primera semana de marzo, el resto es historia”.
- “Otros países de América y Europa han apoyado con decisión a sus aerolíneas”.
- “Después que se activen los vuelos, tardará un tiempo para que la gente vuelva a volar”.
- “Colombia no tiene trenes y unas montañas que hacen difícil la circulación por carretera. El servicio aéreo acá es esencial”.
- “¿Despidos? No hemos pensado más lejos…pero tenemos que hacer algo”.
Las frases de Adrian Neuhauser, Chief Financial Officer -CFO- de Avianca:
- “Estamos en default con las deudas”.
- “No hay flujo de caja, es negativo”.
- “No estamos pagando a nuestros proveedores, estamos hasta que ellos nos tengan paciencia”.
- “Usted pregunta cuánto tiempo aguantamos así, no hay tiempo!
- Los aportes fiscales por año ascienden a US$800 millones, entre pago de impuestos y tasas.
- Estamos listos para un acuerdo de salvamento con el gobierno, pero no considero conveniente con una nacionalización de la compañía.
- Un proceso de estatización derivaría en precios más altos, menos rutas y problemas entre rentabilidad y la parte financiera.
La IATA prevé que las aerolíneas colombianas requieran unos US$1.200 millones en créditos blandos para salvarse, Avianca tendría una mayor tajada de ayudas pues tiene más del 50% del mercado.
Se espera en los próximos días un pronunciamiento del Ejecutivo frente a esta situación. Si no hay respuesta, estaría claro que la estrategia es permitir el marchitamiento de esta empresa aérea, la segunda en antigüedad del mundo.
Fuente: Semana.com