El Gobierno nacional emitió una resolución en la que pide dar prioridad a las cremaciones con el propósito de “disminuir el riesgo de transmisión del covid-19 en los trabajadores del sector salud, funerario, familiares, comunidad en general y demás autoridades involucradas”

El documento de 13 páginas denominado ‘Orientaciones para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres por covid-19‘ dirigido a IPS, autoridades judiciales y servicios funerarios busca, esencialmente, minimizar el impacto en la propagación del virus que deja 1.485 contagiados y 35 fallecidos en Colombia.

El Ministerio de Salud en la resolución, explica detalladamente el protocolo que se debe seguir en caso de que una persona, probablemente o con confirmación, muera por coronavirus; los elementos de bioseguridad que deben usar quienes manejen el cuerpo y cómo desinfectar el lugar donde el paciente falleció. La recomendación es clara, “la manipulación de los cadáveres será la menor posible y solo se harán necropsias médico-legales con orden de fiscal, si se sospecha que la causa de muerte es violenta”.

“La instrucción es muy clara: a personas que mueran con diagnóstico de coronavirus no se les practica ningún tipo de autopsia. Por lo tanto no llegarán a Medicina Legal ni a ninguna mesa de autopsia de ningún hospital”, explicó un alto funcionario de Medicina Legal.

El documento expedido por MinSalud establece, además, que ningún cadáver de paciente de coronavirus podrá ser trasladado a un sitio distinto al lugar de su fallecimiento, por lo que, en ausencia de hornos crematorios, los cuerpos deberán ser inhumados “en sepultura o bóveda”.

Ante estas normativa, las funerarias y los centros médicos del país, han tenido que aprovisionarse de bolsas para cadáveres de mínimo 150 micras de espesor y a adquirir elementos de bioseguridad para todos los que manejen esos cuerpos.

Según la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en el país hay un poco más de 300 hornos crematorios, que deberán atender las nuevas directrices del Gobierno nacional para el manejo de las personas que hayan fallecido por el virus.

Cristina Arango, directora de la Unidad de Duelo de la Funeraria San Vicente en Medellín, la cual hace parte de la Corporación Nacional e Internacional de Funerarias El Remanso, dijo a El Espectador que “ya es hora de tener, por lo menos, los escenarios de contagio y de mortalidad planeados”, por lo que urgió un diálogo con el Gobierno para dimensionar los efectos del nuevo coronavirus y evaluar la capacidad de los hornos crematorios de manera que se adopten medidas, en caso de que la capacidad colapse.

“Se pueden establecer tres escenarios: uno positivo, uno negativo y otro muy negativo. De manera que nosotros podamos actuar a tiempo”, anota Arango, quien señala que ninguna agremiación o autoridad estatal se ha puesto en la tarea de hacer un inventario de los servicios funerarios en el país.

“La capacidad como sector no está dada”, resalta Arango, tras explicar que básicamente, habría que preguntarle a cada funeraria del país con qué cuenta para saberlo. En Medellín, dice ella, usando incluso un horno que hay para mascotas, podrían cremarse 168 cuerpos cada día.

“Voy a ser cruda: el área metropolitana de Medellín tiene la capacidad para 100 muertos de covid-19 diarios, además de los muertos de todos los días. Más de 100 nos pueden hacer colapsar. En Bogotá no puedo decir, pero incluso puede ser menor porque allá tienen menos hornos. El llamado es a que, por favor, pensemos unos escenarios para poder hacer una planeación de respuesta. No hay cifra ni siquiera de supuestos”, concluye Arango, no sin antes expresar la “incertidumbre impresionante” en que se encuentra su sector.

Fuente: Semana.com

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