Luego de regresar a su papel de Han Solo en la nueva trilogía de Star Wars, podría pensarse que Harrison Ford quería darse un descanso de los conflictos intergalácticos con su nueva película El llamado salvaje.
Inspirada en un famoso libro homónimo que se publicó hace más de cien años, ahora revive en una producción que mezcla la acción real con la imagen digital. Una aventura que se estrena hoy en las salas de cine del país.
Ford reconoció, que leyó el libro en su infancia y que la trama frente a las cámaras representa en realidad una aventura de acción para toda la familia, gracias a la imaginación del escritor Jack London, famoso también por Colmillo blanco.
En El llamado salvaje, Buck, un perro hogareño ve cómo su vida da un giro radical cuando termina en Alaska a principios del siglo XIX, durante la fiebre del oro.
La trama sigue las experiencias de la mascota y va configurando una narrativa que habla de cambio, de la necesidad de reinventarse, así como de cómo cada quien tiene que encontrar su lugar en el mundo.
La película contó con la dirección de Chris Sanders, recordado por su trabajo en Cómo entrenar a tu dragón (junto a Dean Deblois).
Para Harrison Ford fue interesante meterse en una trama que estaba contada por fuera de la ciencia ficción, un poco de thriller o el drama que ha configurado su carrera.
“Se siente bien. Mis hijos son demasiado viejos, pero tengo un nieto de 8 años. Estoy interesado en explorar otros temas y otros tipos de personajes. Pero a medida que avanzan las generaciones, me vuelven a presentar a través de la saga de Star Wars o Indiana Jones, y espero que esto no se mueva siempre en estos terrenos”.
Para él, los temas que desarrolla El llamado salvaje alrededor de la redención y una nueva vida le atrajeron mucho para responder afirmativamente al proyecto en el papel de John Thorton, un personaje que, como Buck, está viviendo nuevas experiencias.
“Hay un tema para Buck, y hay un tema para Thornton. Mi personaje quiere volver a ponerse en contacto con su realidad emocional, y eso sucede a través de su relación con el perro. Mientras que la mascota siente el llamado de la naturaleza, supera su historia doméstica y encuentra su verdadera naturaleza entre los animales salvajes”, recalcó.
Para Harrison Ford fue interesante meterse en una trama que estaba contada por fuera de la ciencia ficción, un poco de thriller o el drama que ha configurado su carrera
Pero hay otras motivaciones que el espectador encontrará. Además, hay elementos que definen claramente la necesidad de un giro de 180 grados para los protagonistas.
A sus 77 años, Ford es una estrella que ha decidido mantener un perfil más bajo en el mundo de Hollywood, pero reconoce que ahora tiene más tiempo para hacer otras cosas en el cine y ajustarse a una aventura con perros, ya que tiene un amor especial hacia ellos.
“Siempre he tenido perros. Tengo tres, todos rescatados: dos mezclas de little terrier y algún tipo de pug. Cada uno tiene su propia personalidad y creo que mi relación depende de su naturaleza y forma de ser. En realidad, es diferente con cada perro: Juno y January son hermanos, pero tienen su carácter, y Mugs, el pequeño pug, es casi ciego y también un poco sordo, por lo que ahora es un diferente”.
Pero confiesa que su deseo de trabajar en El llamado salvaje estaba más ligado a la necesidad de contar historias que siempre busca como actor. Además, no le importó que su compañero de aventuras fuera en realidad un perro creado digitalmente.
“Era la oportunidad de interpretar un personaje diferente al que había interpretado antes, y también hacer mi trabajo, que me encanta, con personas talentosas”, dijo.
Asimismo, reveló que la tecnología que ofrece la producción también fue un reto, ya que tenía que compartir con un actor que usaba un traje especial y luego en posproducción se cambiaba por el perro.
“Fue genial. Sabía exactamente dónde mirar. Buck fue interpretado por un actor muy talentoso, Terry Notary, quien hizo un gran trabajo en la captura de movimiento, además de ser un exgimnasta del Cirque du Soleil”, recordó.
Esta historia ya tuvo unas versiones anteriores: una película muda en los años 20, y otra con Charlton Heston y con Rutger Hauer, quien compartió con Harrison Ford en el clásico de ciencia ficción Blade Runner, explorando la naturaleza y su impacto frente al ser humano.
“En este momento somos más conscientes de que las personas están perjudicando la naturaleza, sin entender que somos parte de ella y no debemos estar por encima de su valor. La naturaleza no necesita a la gente, es la gente la que necesita la naturaleza.
Todos los problemas que hemos creado se resolverían sin nuestra presencia. Debemos tratar el lugar donde vivimos con respeto y comprensión, y darnos cuenta de que las diferencias políticas o culturales tienen que superarse porque los problemas de la naturaleza son globales”, reflexiona Ford.
Siempre he tenido perros. Tengo tres, todos rescatados: dos mezclas de little terrier y algún tipo de pug: Harrison Ford
Frente a nuevos proyectos es directo. Una quinta película del famoso arqueólogo Indiana Jones no es del todo descabellada.
“Estamos buscando febrilmente la perfección para contar la historia que queremos, cuando lleguemos ahí, haremos la película”, explicó. En contraste con lo que piensa acerca de la saga de Star Wars: no regresará.
“No. Ya morí… Y dos veces. Creo que el contexto en el que ese personaje fue útil para contar la historia existió en la comunidad de otros personajes del pasado: estaba el joven insensible, el viejo guerrero sabio, la bella princesa… y allí estaba el sabelotodo, que era Han Solo. Fui feliz de ver que mi personaje fue sacrificado por una complicación emocional. Cumplí mi propósito en Star Wars, cumplí mi tiempo en una galaxia muy… muy lejana, y ahora me gustaría volver a casa y hacer lo que haces en casa”.