Ellos son los colombianos que obtuvieron el premio al emprendimiento de Harvard

El emprendimiento toma cada vez más fuerza en Colombia y en el mundo. Hay profesionales que deciden arriesgarlo todo con el fin de que sus ideas de negocio cobren vida. Algunas veces estos modelos de negocio resultan un éxito. Este es el caso de Foodology. 

El pasado 16 de abril, Izquierdo y Azuero se hicieron acreedores del premio New Venture Competition de la Escuela de Negocios de Harvard. Una iniciativa impulsada por la Escuela de Negocios de la prestigiosa universidad que busca impulsar los emprendimientos de los estudiantes.

Daniela Izquierdo, ingeniería industrial de la Universidad de los Andes, quien trabajó en una banca de inversión y fue consultora en la consultora estratégica McKinsey, venía gestando la idea desde hace mucho tiempo. Sin embargo, su idea de negocio tomó más fuerza cuando decidió irse a hacer una maestría de negocios (MBA) a Harvard.

Una de las clases de posgrado enfocada en las oportunidades y los obstáculos de la industria de restaurantes le dio las herramientas que necesitaba. Allí decidió consolidar sus planes junto a Juan Guillermo Azuero, un administrador de empresas que también tiene experiencia en consultoría, luego de trabajar en The Boston Consulting Group.

Estos dos bogotanos regresaron a Colombia en julio, luego de obtener su título, e iniciaron su emprendimiento. “Empecé a notar que con la industria cambiando tanto y con los consumidores pidiendo más domicilios que saliendo a comer, sería muy interesante crear marcas que solo funcionaran a domicilio, así nació la idea de negocio”, Cuenta Izquierdo.

De esta forma, Foodology se hizo realidad. “Se trata de una empresa que crea marcas virtuales de restaurantes. Marcas que solo pueden encontrarse en apps de delivery como Rappi y que funcionan desde cocinas ocultas”, describe Izquierdo. Es decir, desde restaurantes que no tienen servicio al público. “Los únicos que llegan a las cocinas son las apps de delivery a recoger los pedidos”, agrega.

Cuando empezaron con su startup tenían cuatro marcas y un punto de venta. Ya se expandieron y ahora cuentan con tres marcas más y con cuatro puntos de venta.

¿Cómo obtuvieron el premio?

Azuero e Izquierdo aplicaron al reconocimiento luego de que la universidad abriera la convocatoria. En este participaron más de 121 emprendimientos, todos de la escuela de negocios de la institución. Luego de unos días, se les comunicó que su proyecto estaba entre los finalistas. “Ya después el premio se definió en un día. Cada uno de los escogidos tenía que hacer un pitch de diez minutos, en el que se describía el proyecto en su totalidad frente a un panel de jueces. Foodology ganó. Obtuvimos 75.000 dólares para potenciarlo”, narra Azuero.

Para los bogotanos ganar el premio les demostró que su emprendimiento tenía mucho potencial. “Nos ayudó a validar nuestra idea, porque el hecho de ser elegidos nos comprueba que nuestra idea era tan interesante como pensábamos”, asegura Izquierdo.

El equipo de bogotanos sabe que su negocio va por buen camino. Sin embargo, describen que sintieron miedo a la hora de emprender.  “Al lanzarse a emprender uno tiene una idea, un concepto de negocio que cree que puede funcionar. Sin embargo, uno tiene que abandonar la estabilidad que puede aportar un trabajo normal y se tiene que lanzar a ejecutarla”, dice Azuero.

Para sus creadores, la empresa todavía es pequeña. Sin embargo, el futuro que planean parece prometedor. Para finalizar este año, esperan contar con al menos 12 cocinas. No solo en la capital del país, sino en otras ciudades. Sus ventas han ido creciendo en un 30%. “Nosotros somos bastantes ambiciosos en ese sentido. Nuestra misión es crear el grupo de restaurantes virtuales más grande de latinoamérica. Para hacer eso primero tenemos que consolidar Colombia”, dice Izquierdo.

También saben que lo que tienen por delante son puros retos. Uno de ellos es la pandemia del covid-19. “La gente cree que las cocinas ocultas son cocinas que no tienen las medidas de sanidad que puede tener un restaurante. Lo cierto es que nuestra cocina tiene las mismas medidas de higiene y protección que un restaurante normal y para este tema específico de domicilios, con lo que está pasando, hemos reforzado las medidas. Por ejemplo, nosotros tenemos una ruta para nuestros empleados que los lleva a las casas. Ellos tienen guantes y tapabocas. Implementos que se cambian constantemente. Nosotros queremos llevarles a nuestros clientes un domicilio seguro”, dice Juan Guillermo Azuero.

Piensan además que luego de la pandemia el concepto de restaurante va a cambiar, aunque no saben cómo. “Creemos que los domicilios van a tomar mucha más relevancia. Vimos que en las primeras semanas de esta pandemia la demanda cayó significativamente porque la gente salió a la calle a comprar y a abastecerse. Pero luego la gente comenzó a pedir más domicilios. Creemos que a futuro, en un mediano y largo plazo, el mercado sin el covid-19, va a crecer mucho más y se va a volver más relevante”, afirma Azuero.

Para ellos, el reconocimiento también es una oportunidad para animar a otros a emprender. “Toca lanzarse, pero toca lanzarse de una forma inteligente. Hay que pensar muy bien el tamaño del mercado, qué tan grande y competitivo es. Asimismo hay que tener en cuenta cómo se puede obtener una ventaja frente a otras personas. Luego de hacer ese estudio, si uno cree que tiene una idea ganadora debe lanzarse, porque si no, nunca va a poder validar eso”, dice Azuero. “A la hora que emprender hay que buscar un tema que a uno lo apasione. El emprendedor trabaja 10 veces más que el asalariado y va a estar pensando todo el tiempo en su empresa,  por lo que tiene que ser un tema que en verdad le guste”, agrega Izquierdo.

Fuente: Semana.com

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