Como consecuencia, los investigadores brasileños suspendieron las dosis altas de cloroquina en el resto de los voluntarios de ese grupo y alertaron del peligro de utilizar ese tratamiento en dosis elevadas.
En sus conclusiones, consideraron que el ensayo en Brasil demostró que si bien la cloroquina se usó durante más de 70 años de forma segura para tratar la malaria, en el tratamiento del coronavirus “podría ser tóxico en dosis altas”.
La droga es una de las varias que la Organización Mundial de la Salud está probando en sus ensayos en varios países, como medicamento para el coronavirus.
La cloroquina es similar a la hidroxicloroquina, recordó CNN, pero a este último se lo considera “un derivado menos tóxico”. Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro, vienen promocionando esas drogas como piezas clave en el tratamiento del coronavirus.
El doctor David Juurlink, jefe de la división de farmacología clínica de la Universidad de Toronto, explicó al New York Times que el estudio realizado expone que el tratamiento con cloroquina “podría predisponer a las personas a una muerte cardíaca súbita”.
La Comisión de Salud de la Provincia de Guangdong en China había recomendado, por su parte, que los enfermos con COVID-19 fueran tratados con 500 miligramos de cloroquina dos veces al día, durante 10 días.
El doctor Marcus Lacerda, uno de los autores del estudio brasileño, apuntó que su estudio encontró que“la alta dosis que los chinos estaban usando es muy tóxica y mata a más pacientes”. “Esa es la razón por la que este brazo del estudio se detuvo antes de tiempo”, dijo, añadiendo que el manuscrito estaba siendo revisado por la revista Lancet Global Health.

En medio de la pandemia, el infectólogo francés Didier Raoult fue noticia en las últimas semanas al defender el tratamiento del coronavirus con un medicamento antimalárico de la misma familia, la hidroxicloroquina. Aseguró, de hecho, que “es inmoral no administrarlo”.
Raoult, director del Instituto Mediterráneo de Infección en el Hospital Universitario (IHU) de Marsella, anunció en un video el “final de la partida” contra el virus: la hidroxicloroquina, dijo, había eliminado los síntomas del 75% de los 24 pacientes en los que él la probó.
El estudio francés, aún en revisión y no aleatorio, administró 600 miligramos de hidroxicloroquina diarios por seis días a pacientes con diagnóstico positivo para Covid-19, midiendo su carga viral después de cada jornada. Algunos recibieron también azitromicina. Según el documento, los 20 pacientes tratados mostraron una reducción significativa de la carga viral en comparación con que los 16 del grupo de control que no recibió medicamentos y mostraron también mucho menos tiempo como portadores que los indicados en la literatura.
Las autoridades francesas, tras las recomendaciones de Raoult, autorizaron el tratamiento con hidroxicloroquina. Sin embargo, una semana después el director del principal hospital de Francia, el Pitié-Salpêtrière de París, dijo que que en la mayoría de los casos el medicamento contra la malaria “no es efectiva” para combatir el Covid-19.
Con resultados contrastantes alrededor del mundo, el potencial de los antimaláricos para tratar una enfermedad que se encamina a superar los 2 millones de casos positivos en la madrugada del lunes (GMT) sigue en el centro de la polémica.
Fuente: m.ambito.com y infobae.com